Color circular

PASTILLAS CROMÁTICAS: EL AMARILLO

El color es materia y sensación. Implica, para el pintor, una selección dentro de su paleta y una "puesta en escena" (definir la relación color- forma, además de una sintaxis cromática).También la técnica o el medio tienen implicancias en el registro y percepción de los colores, que el receptor procesará, además, de acuerdo a sus experiencias previas y gustos. Entonces lo que un color expresa y comunica se define por múltiples variantes, tantas como pueden ser los receptores.

Considerando ello, nos acercaremos sucintamente a tres obras en las que el amarillo cumple un rol esencial y trataremos de entender las diversas funciones y sentidos que motiva y descubre con su presencia.

* HENRI MATISSE. MUCHACHA EN UN SILLÓN AMARILLO / Woman seated in an armchair.1940.Óleo sobre lienzo. 54 x 65 cm. Schreiberg Collection. National Gallery. Fuente de la foto: https://www.nga.gov/collection/art-object-page.71071.html

  

¿Quién es protagonista en este cuadro? ¿La muchacha o el sillón? Cuando miro esta imagen siento el impacto del amarillo. Cálido y vibrante, tiene ciertas características - su intensidad, el tamaño de su área, el contraste con el fondo frío y oscuro del azul- para convertirse en el centro de atención adueñándose de la mirada del receptor. ¿Y la muchacha quien con sus repetidos colores pretende aparentemente captar las miradas, ella relajada y frontal, en el centro del espacio? Pues ella no existe sin el amarillo. Matisse como buen fauvista, jugó con la fuerza de este color y lo aplicó como recurso sintáctico para resaltarla, rodeándola. Sin él, ella se confundiría con los objetos de su entorno, sería un elemento más.

Además, el pintor asoció este amarillo "yema de huevo" con las formas curvas del sofá y del cojín. Hace de él, un color mullido y acogedor, que como un radiante sol del medio día ampara a la muchacha y le permite el descanso. Existe para ella, pero la trasciende, y nos hace recordar que el arte de Matisse es un juego libre de colores y formas, hecho para ser - según sus propias palabras- , "una influencia calmante y relajante en la mente, algo así como sentarse en un buen sillón."

*ANISH KAPOOR. AMARILLO / YELLOW. 1999. Fibra de vidrio y pigmento. 6 x 6 x 3 m. 

Fuente de las fotos: anishkapoor.com/81/yellow

El artista inglés de origen hindú A. Kapoor, en el relieve Yellow nos presenta una monocromía amarilla intensa y triunfante, que grita su presencia entre las paredes blancas. Su gran formato, necesita de la distancia para ser contemplado. Su simetría le proporciona majestad e impacto.

Recordando a Kandinsky, aquí el amarillo sería como el sonido de una trompeta. Y si su forma cuadrada es estable, - hace recordar a Albers y sus cuadrados- el bajo relieve circular del centro crea las sombras, las variantes lumínicas  que lo matizan y que proyectan el efecto de una gran boca o de un hoyo oscuro que todo lo absorbe, como aquellos - amenazantes e incomprensibles- del universo.

La fuerza de este color, considero que causaría estragos en el espectador, si las paredes blancas que lo rodean hubieran sido negras. Por ello el blanco, con quien que el amarillo tiene afinidad por sus valores claros, pasa de ser un soporte galerístico, a ser un acompañante visual acomedido para que al contemplar la obra, el espectador reciba vida y energía, mas no desagrado o angustia.

*VINCENT VAN GOGH. ARLÉS, VISTA DESDE LOS CAMPOS DE TRIGO. Óleo sobre tela. Junio de 1888.Museo Rodin, Paris. Fuente de la foto: https://www.vangoghgallery.com/es/catalogo/Pinturas/5/Arles:-Vista-desde-los-campos-de-trigo-html.

No se puede hablar del amarillo sin recordar a Van Gogh, quien incluso tenía su casa de Arlés pintada de amarillo. Realizó este cuadro a los 35 años, en un momento relativamente tranquilo, y pertenece a la serie sobre campos de trigo y segador, que él relacionaba al simbolismo de la humanidad y la muerte (hay que decir, que incluso el artista se dará un tiro en un campo de trigo). Él mismo se refiere al uso del amarillo "oro viejo"- usaba una variedad de cromo- asociado al sol resplandeciente y agobiante de la tarde. 

Dos campesinos están recogiendo el trigo y al fondo se ve la ciudad de Arlés. La línea de horizonte ha sido colocada  hacia arriba y esto hunde a la pareja trabajadora en un mar amarillo, que fluctúa entre claros y oscuros envolviéndolo todo. Hay una dualidad en este color: por un lado su vitalidad y por otro el agobio de su omnipresente calidez. El cielo mismo es amarillo, cercando toda la atmósfera del cuadro, silenciando a cualquier otro color.

Se dice que el artista sufría - entre otros males- de una xantopsia leve, producto de los medicamentos que tomaba. Es decir, que percibía los colores alterados hacia el amarillo. Cierto o no, Van Gogh privilegió el uso de este color contradictorio integrándolo a su propia vida.

Bibliografía recomendada:

- Fédier Francois. Henri Matisse. Apuntes de un pintor. Alpha, nr. 46.Osorno, julio, 2018.

- Van Gogh, Vincent. Cartas a Theo.1988. Barcelona, Idea Books S.A.

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Dejo aquí otras piezas en las que el amarillo es protagonista...que podemos interpretar de múltiples maneras:

* Paul Klee. La casa giratoria.1921.Óleo y lápiz sobre estopilla de algodón adherida a papel. 37.7 x 52.2 cm. Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid. Fuente de la foto: Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.

* Jesús Rafael Soto. Extensión amarilla y blanca. 1979. Ensamblaje de contrachapado de madera, hierro y pintura. Medidas: 0.50 x 3 x 5 mt. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Fuente de la foto: estarenlaluna.blogspot.com

* Yayoi Kuzama. En los espejos infinitos: todo el amor inagotable que profeso por las calabazas.

Fuente foto: nippon.com/es/features/c03703

* Franz Marc. La vaca amarilla.1911.Óleo sobre lienzo. 1.40 x 1.89 Salomón R. Guggenheim Museum, N. York.