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lunes, 13 de enero de 2014

Paleta de color de "Ventana de Tánger" de Henri Matisse

La pieza Ventana de Tánger de Henri Matisse es un óleo sobre lienzo fechado en 1912. Medidas: 115 x 80 cm. Actualmente está en el Museo de Bellas Artes Pushkin, Moscú, Rusia.


                                                Ventana de Tánger. Henri Matisse.

Henri Matisse nos traslada a Tánger (Marruecos), ciudad situada entre los mares Mediterráneo y Atlántico. Tánger, la blanca, ya había fascinado a otros artistas como Delacroix.
Y si bien el paisaje nos muestra un minarete y las edificaciones de la ciudad, es el uso del azul el que nos lleva al norte de África.
Este color está muy presente en el mundo mediterráneo del que Tánger recibió gran influencia, bastando las referencias a los azulejos de Portugal y España.
Matisse al elegir el azul, lleva a preguntarnos: ¿Será el mar azul el que se proyecta en el cielo, o viceversa? Creemos que él dejó esta sugerencia abierta en el cuadro, para que quien lo mire trate de encontrar una respuesta.

Análisis del color:

El cuadro se construye en base a un azul profundo y sus variaciones.
La expresiva pincelada de Matisse, no traduce  un color plano, sino texturado, que se mueve entre claros y oscuros. Los verdes presentes, derivados del azul, contribuyen a crear una atmósfera integrada.

Pero este cuadro se construye también en base a un efecto espacial al que el azul contribuye:desde el muro de la ventana, el azul avanza sinuosamente sorteando las áreas claras y sutilmente cálidas, hasta llegar a un fondo donde se desatura en el plano del cielo (azul claro). Así construye el espacio "exterior", el paisaje.
Simultáneamente, las líneas de la ventana y la “cortina” clara, crean un espacio que está “dentro” de la habitación.

Si el azul es el protagonista, los planos claros y suavemente cálidos,crean un contrapunto con él, que enriquece visualmente la obra,contribuyendo a completar la idea de un paisaje soleado e iluminado.
Finalmente, el florero con las flores rojas es el acento plenamente cálido que anima la pieza, convirtiéndose a su vez, en el eje espacial de la imagen.


Paleta de color de Ventana de Tánger
Resultado: el azul envuelve fantasiosamente la imagen, transmitiendo la añoranza de un mundo exótico y mágico.