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lunes, 13 de enero de 2014

Teoría del color I: Color y luz. Percepción del color.

Hacemos referencia a distintos temas relacionados con el color y su teoría, que esperamos ir complementando en el futuro.

1. El color y la luz
El color es un fenómeno físico directamente vinculado a la luz. No hay color sin luz. La luz se propaga en forma de ondas electromagnéticas, cuya longitud varía resultando de ello, al estar sometidas a la visión humana,  la percepción de los distintos colores. Estas ondas del espectro luminoso, son unas de los tantos tipos de ondas electromagnéticas que atraviesan el espacio, donde también están los rayos infrarrojos o los rayos x.
Los cuerpos opacos, que son la mayoría de los percibidos, absorben gran parte de luz, y reflejan otra; esas ondas lumínicas reflejadas son las que nos permiten percibir los “colores propios de un cuerpo u objeto”.


La manzana refleja el rojo, y por ello la percibimos roja. Los otros colores son absorbidos por el cuerpo opaco de la manzana.
La luz está además vinculada a la percepción de la forma, de la profundidad y de los efectos de claroscuro que envuelven formas y espacios.

2. Los colores del arco iris.
El arco iris, muestra cómo se da en la naturaleza la descomposición de la luz por efecto de las gotas de lluvia y cómo aparecen  los colores.
Newton en 1672, logró el mismo resultado al  descomponer un rayo de luz en un prisma  utilizando una cámara oscura y obtener el espectro luminoso, al que dividió en 7 (rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta).

              Esquema del experimento de Newton.
3. El ordenamiento de la luz.
Estudiar el color, implica previamente un acercamiento a la luz. Esta se representa gráficamente a través de grises (acromáticos) obtenidos mediante lápices, tinta u algún otro recurso técnico. Se recurre a una escala que va del blanco al negro, pasando por grises que son clasificados como pertenecientes a las claves alta (los valores claros), media (los valores intermedios) y baja (los valores oscuros). De las predominancias y combinatorias de estas claves, resultan  tanto la visualización de las formas por contraste como la creación de atmósferas en la imagen.
Negro y blanco no son considerados en algunas teorías como colores, sino como indicadores de la carencia de luz (negro) o la luz que contiene todos los colores (blanco). Otros como H. Kûppers los llama Colores Elementales Acromáticos.
Lo cierto es que blanco, negro y los grises derivados son fundamentales para la obtención de enriquecedoras variantes de los colores.
Esta es una escala de 11 tonos incluyendo blanco y negro; sin embargo, las escalas pueden implicar una gradiente de muchos más valores.
En las fotos siguientes vemos la importancia del balance de los grises claros, medios y oscuros en la percepción de una imagen.




Mustafá- Foto: Ana María Rocha Puente

4. Variables en la percepción del color.

El color es un fenómeno difícil de aprehender porque su percepción está determinada por factores ambientales y contextuales de diferente índole. Algunos de estos factores son por ejemplo: el tamaño de área que ocupa un color (el amarillo en grandes áreas puede ser chocante, mientras que en pequeños espacios anima una imagen), la vecindad con otros colores (la fuerza del azul se percibe mejor con un fondo claro y cálido que con uno oscuro y frío), la técnica aplicada (un color texturado puede percibirse de distinto modo que uno plano), la luz ambiental que rodea al color (la iluminación blanca enfría los colores). Todos esas variables deben ser tomadas en cuenta en la selección y aplicación del color.
 
Fotos de los dos gráficos a color tomadas de:
Prette, María Carla y De Giorgis, Alfonso. Atlas Ilustrado para comprender el arte. Madrid: Susaeta Ediciones.